La ministra de protección social irlandesa, Joan Burton, envió más de 4.000 cartas a jóvenes receptores del seguro de desempleo, animándoles a emigrar para aumentar sus posibilidades de encontrar trabajo. Algunas de las opciones que Burton recomienda a los jóvenes desempleados para emigrar son Noruega, Reino Unido, Francia y… sí, ¡España!

Siendo española, me es inevitable preguntarme si la decisión de la ministra  de elegir nuestro país  entre las «mejores opciones para emigrar» es fruto de su ignorancia o de una broma de mal gusto. Es posible que simplemente Burton se contagiase de la euforia de la noticia del  primer descenso de la cifra de parados en el mes de noviembre desde 1989 y pensara que, con eso y un bizcocho, en España la crisis está solucionada. Lamentablemente nada más lejos de la realidad. El paro descendió, pero en noviembre también se volvió a destruir empleo, y la seguridad social perdió 66.829 afiliados.

Como es de esperar, las reacciones de la oposición no han tardado en aparecer. El partido republicano (Fianna Fáil) ha calificado el envío de estas cartas como «una táctica desgraciada», y añade que el gobierno irlandés ha abandonado por completo a los jóvenes: «No intentan resolver el problema del desempleo, simplemente quieren exportarlo».

Joan Burton ha aclarado que su partido «no pretende obligar a los jóvenes a buscar empleo fuera del país», y ha asegurado que el objetivo de la carta no era otro que informar sobre las «oportunidades laborales en otros países».

Desconozco las cifras exactas de empleos vacantes que hay en Noruega, Reino Unido o Francia, pero espero que no sean similares a las de España. Si es así, por favor, ¡jóvenes irlandeses: no confiéis en vuestros políticos!

 Alba García