En Irlanda, como en muchos otros países, es muy común que antes de la entrevista presencial se realicen unas preguntas previas por teléfono. La duración de esta entrevista variará de unas empresas a otras, y puede ser o no realizada por una persona del departamento de Recursos Humanos. El objetivo de esta conversación es conocer más acerca del candidato antes de la primera entrevista personal y, cómo no, valorar si la persona es capaz de comunicarse correctamente. Es una manera de filtrar debido a la cantidad de solicitudes que las empresas reciben diariamente para las ofertas publicadas.
Dicho esto, pongamos que llega el momento de la llamada, y que lo hacen sin avisar. ¿Cómo procedemos? ¿Debemos hacerla sí o sí aunque nos pillen en un mal momento? La respuesta es no. Cuando te llamen, lo normal es que lo primero que te pregunten sea precisamente si ese es un buen momento para ti, a lo cual es normal que tu respuesta sea negativa, ya que puedes encontrarte comprando, o en el autobús, o simplemente, aunque estés en casa, puede ser que en ese momento no recuerdes quién es esa empresa, y mucho menos de lo que iba la posición. Piensa que durante tu búsqueda de empleo habrás aplicado a varios puestos, lo que hace difícil recordar exactamente de qué trata cada uno.
Pues bien, no pasa nada por contestar que no te pillan en un buen momento (puedes decir que estás en el supermercado, o en un medio de transporte, etc.) y, por tanto, preguntar si podrían llamarte más tarde (intenta establecer una hora para que vean que muestras interés queriéndolo dejar atado, y a ser posible que sea en algún momento de ese mismo día). Puedes incluso pedirle que te envíe un email con la invitación para la entrevista (de esta forma podrás mirar de qué empresa se trata, así como exactamente la posición para la que era). Una vez dejes fijada la hora de la llamada, realiza una búsqueda exhaustiva sobre la empresa y el puesto, así como todo lo que necesites saber para meterte de lleno en su cometido como compañía y saber responder con seguridad a posibles preguntas que te formulen en relación a ellos y a la posición vacante a la que te has apuntado.
Por otra parte, podría ocurrir que te avisen previamente por email o por teléfono acerca de cuándo desean realizar la entrevista telefónica, incluso pueden darte varias opciones para que elijas la que mejor te convenga. En caso de que por algún motivo finalmente no puedas realizarla a la hora acordada, avisa inmediatamente proponiendo otra fecha en su lugar.
Por último, durante el proceso de la llamada, asegúrate de estar en un lugar tranquilo, sin ruidos o distracciones, para poder comprender y responder con los cinco sentidos. Si no entiendes alguna cuestión, pregunta educadamente si puede repetirla, o incluso que hablen un poco más despacio. No debemos avergonzarnos por tener que pedirles esto, ya que como humanos que somos y sin ser el inglés nuestro idioma nativo, es perfectamente lógico que necesitamos que nos lo repitan en alguna ocasión. Recuerda tener siempre una actitud positiva y alegre, que sientan que estás a gusto hablando con ellos en otro idioma. No debemos transmitir nerviosismo, ni temor por estar hablando en inglés, sino que deben sentirnos confiados, aunque estemos cometiendo algún error que otro, ¡nadie es perfecto!
Este post es obra original de Patricia García Beneytez